10 mitos y verdades sobre la gripe y sus síntomas
En esta época, la gripe está a flor de piel. Aunque lavarse las manos, tomar medidas preventivas y consumir alimentos ricos en vitaminas son acciones importantes, no son una garantía total para evitar contraer la enfermedad.
Es importante tener en cuenta que tanto los resfriados como la gripe son causados por virus y no por la exposición a temperaturas frías. Por lo tanto, es fundamental contar con información adecuada para prevenir la propagación del virus y evitar enfermarse.
Son muchos los consejos sobre cómo prevenir y curar la gripe. Pero, ¿qué hay de cierto en ellos? Para responder a este interrogante, Cruz Roja Argentina lanzó una campaña destinada a examinar algunas de las creencias más comunes sobre esta enfermedad.
“En Cruz Roja Argentina entendemos a la salud como un concepto multidimensional que requiere un abordaje integral. El derecho a la salud y el desarrollo comunitario son dos líneas de trabajo muy importantes para nuestra organización. En este sentido, la promoción de información sobre las enfermedades y sus síntomas tienen un rol crucial para el fortalecimiento de las capacidades individuales de todas las personas”, destacó Alejandro Costa, Secretario de Salud y Educación de Cruz Roja Argentina.
10 mitos y verdades sobre la gripe
1. La gripe es lo mismo que el resfrío y es inofensiva: ¡Falso! Es muy común confundir estas enfermedades ya que ambas son virales, se contagian de la misma manera y poseen síntomas similares. Sin embargo, el resfrío es una enfermedad leve que se presenta con estornudos y secreción nasal mientras que la gripe se caracteriza por fiebre, dolor muscular y malestar general.
2. Hay que ventilar los ambientes en invierno: ¡Verdadero! La ventilación es fundamental para favorecer la circulación del aire y disminuir la cantidad de partículas virales que puede haber en el ambiente, en especial si hay una persona con síntomas.
3. Tomar frío o salir con el pelo mojado puede causar gripe: ¡Falso! La exposición a bajas temperaturas propias del período otoñal e invernal pueden alterar algunos mecanismos de defensa respiratorios. Sin embargo, la exposición al virus es la que produce la enfermedad.
4. La vacuna de la gripe causa la enfermedad: ¡Falso! La vacuna antigripal contiene virus inactivados que no transmiten la gripe. En esta línea, menos del 1% de las personas vacunadas desarrollan síntomas leves como consecuencia de la reacción normal del sistema inmunitario a la vacuna.
5. Las personas pueden vacunarse aunque estén transitando un resfrío: ¡Verdadero! El resfrío común y otras enfermedades leves no son contraindicación para recibir la vacuna.
6. Una persona embarazada no se puede vacunar contra la gripe: ¡Falso! Es fundamental que las personas gestantes se vacunen en cualquier trimestre del embarazo, dado que tienen mayor riesgo de padecer la enfermedad de manera grave y tener también complicaciones con el bebé.
7. Todas las personas deben recibir por calendario la vacuna antigripal: ¡Falso! La vacuna antigripal es indicada para los siguientes grupos de riesgo:
-Infancias de 6 a 24 meses
-Personas gestantes o puérperas
-Mayores de 65 años
-Personal de la salud
-Personas de 2 años a 65 años que tengan factores de riesgo como diabetes, enfermedades cardíacas y respiratorias, entre otros
8. La gripe no requiere de tratamiento con antibióticos: ¡Verdadero! La gripe es una enfermedad viral. Utilizar antibióticos no reduce ni acorta los síntomas de la gripe, puede tener efectos adversos sobre el organismo y generar resistencia bacteriana ante futuras infecciones.
9. Lavarse las manos reduce el contagio de la gripe: ¡Verdadero! El lavado frecuente de manos es una de las medidas más efectivas para reducir la transmisión de la gripe y otros virus respiratorios.
10. La vitamina C previene la gripe: ¡Falso! Los alimentos ricos en vitamina C ayudan a estar más saludables, pero no garantizan la protección. El lavado de manos y la vacuna antigripal son medidas más efectivas y confiables.
Las vacunas tienen un rol clave para prevenir la gripe ya que son una forma segura de producir una respuesta inmune en el cuerpo y brindar protección de larga duración. Se recomienda siempre consultar con profesionales de la salud para saber si corresponde una aplicación.
¿Resfrío, gripe o alergia?
En ocasiones, puede resultar complicado distinguir entre un resfrío, gripe o alergias, ya que comparten muchos síntomas. Sin embargo, conocer las diferencias entre ellos es clave para elegir el tratamiento adecuado.
La doctora Teresa Hauguel, experta en enfermedades infecciosas respiratorias del National Institutes of Health (NIH) de los Estados Unidos, afirma que, “si se sabe lo que se tiene, no se tomarán medicamentos innecesarios que no son eficaces o que incluso podrían empeorar los síntomas”.
Tanto el resfrío como la gripe y las alergias afectan el sistema respiratorio, lo que dificulta la respiración. Cada enfermedad presenta síntomas distintivos que las diferencian.
Los virus que causan el resfrío y la gripe son diferentes. “En general, los síntomas asociados con la gripe son más graves”, detalla Hauguel. Ambas enfermedades pueden presentar secreción y goteo nasal, congestión, tos y dolor de garganta.
Sin embargo, la gripe también puede provocar fiebre alta que dura de 3 a 4 días, dolor de cabeza, fatiga, malestar general y dolor. Estos síntomas son menos comunes en el resfrío.
Por otro lado, las alergias son diferentes, ya que no son causadas por un virus. “En su lugar, el sistema inmunológico del cuerpo reacciona a un factor desencadenante o alérgeno, que es algo a lo que se es alérgico”, explica Hauguel.
Si se tiene alergia y se respiran cosas como polen o caspa de mascotas, las células inmunológicas en la nariz y las vías respiratorias pueden reaccionar exageradamente a estas sustancias inofensivas. Los tejidos respiratorios delicados pueden hincharse y la nariz puede congestionarse o gotear.
“A diferencia del resfrío o la gripe, las alergias también pueden provocar picazón y lagrimeo en los ojos”, agrega Hauguel.
En general, los síntomas de las alergias duran mientras se está expuesto al alérgeno, que puede ser aproximadamente 6 semanas durante las estaciones de polen en primavera, verano u otoño. Es poco probable que el resfrío o la gripe duren más de 2 semanas.
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