Cuáles son los síntomas y cómo se previene la intoxicación ante un escape de gas
El peligro de intoxicación por pérdidas de gas volvió a salir hoy a la luz pública, a pocas horas de que, según el Servicio Meteorológico Nacional, bajen las temperaturas y se inicie la época en que más cantidad de casos se producen. Un nuevo caso afectó a 22 alumnos de un colegio del barrio porteño de Palermo que debieron ser atendidos por personal del SAME, cuatro de los cuales fueron trasladados a un centro de salud, aunque ninguno de ellos presentó un cuadro de gravedad. Aparentemente se trató de una fuga de gas que se produjo en una estufa ubicada dentro de una de las aulas de la escuela Corazón de María, de Guise al 1900.
Si bien el titular del SAME, Alberto Crescenti, habló de un escape de monóxido de carbono, personal de Metrogas que fue hasta el lugar afirmó que “no se detectaron valores de monóxido de carbono”.
Cuál es la diferencia entre el gas natural y el monóxido de carbono
El tipo de gas que provoca víctimas con asiduidad, a pesar de que puede ser fácilmente prevenido, es el monóxido de carbono. Para darse cuenta si se trata de un escape de gas o de monóxido de carbono, se tienen que tener en cuenta los siguientes factores:
– El gas natural (propano, metano o butano) tiene un olor a azufre que se le agrega para que pueda ser percibido. El monóxido de carbono es inodoro, incoloro e insípido.
– El gas natural no es tóxico por inhalación, pero puede provocar asfixia si desplaza el oxígeno del ambiente. El monóxido de carbono es muy tóxico por inhalación y se une a la hemoglobina de la sangre, impidiendo el transporte de oxígeno.
– El gas natural se produce por la combustión de hidrocarburos y se utiliza como fuente de energía. El monóxido de carbono se produce por la combustión incompleta de cualquier material que contenga carbono, como el gas natural, la leña, el carbón o la nafta.
– El gas natural se puede detectar con un detector de gas o con una llama que cambia de color al contacto con el gas. El monóxido de carbono se puede detectar con un detector específico o con un análisis de sangre que mide el nivel de carboxihemoglobina.
Qué es y qué provoca el monóxido de carbono
Según información del Ministerio de Salud de la Nación, el monóxido de carbono es un gas muy tóxico para las personas y los animales. Ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. Reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega. La falta de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón.
La cartera de salud advirtió que “puede provocar intoxicaciones graves, incluso la muerte”.
Por qué se lo llama el asesino invisible
Se lo considera una suerte de “asesino invisible” por los siguientes motivos:
-No tiene olor
-No tiene color
-No tiene sabor
-No irrita los ojos ni la nariz
Ante la llegada de las primera bajas temperaturas, que se anuncia para las próximas horas, la información oficial destacó que “las intoxicaciones con monóxido de carbono son más frecuentes en épocas frías, porque aumenta el uso de todo tipo de calefactores y porque suelen cerrarse las puertas y ventanas impidiendo la llegada de aire fresco, y también la salida de los gases tóxicos que se acumulan en el interior de las viviendas” lo que causa una deficiencia en la circulación del oxígeno.
En ese marco, es conveniente recordar que antes de encender los artefactos para calefaccionarnos, debemos estar seguros de que se encuentran en buen estado y funcionan sin problemas ya que, cuando comienzan los días más frescos, al estar la casa más tiempo cerrada, pueden ocurrir intoxicaciones.
El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico, no tiene color ni olor, pero a este gas natural se le agrega un compuesto sulfurado, que es el mercaptano, que actúa como un aromatizante del gas, y le dá un olor característico que sabe a huevo podrido.
A la intoxicación por monóxido de carbono, se la conoce como el “asesino invisible”, “asesino silencioso” o “gran simulador”. Se produce por la combustión incompleta del carbono que está en la leña, carbón, gas, kerosene, alcohol y gasoil, entre otros.
Cuáles son los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono
La doctora Stella Maris Cuevas (MN 81701), médica otorrinolaringóloga, precisó en una nota reciente con Infobae una serie de signos de alarma ante una intoxicación por monóxido de carbono:
– Cefalea
– Mareos
– Cansancio y fatiga
– Sueño excesivo
– Alteraciones visuales
– Náuseas y vómitos
– Convulsiones y estado confusional
“Los síntomas de intoxicación varían según la edad y si la persona presenta enfermedades de base o no (enfermedades cardíacas, pulmonares como EPOC y asma, alergias, tabaquismo, entre otras)”, agregó y, remarcó que, “en algunas oportunidades, el riesgo es alto porque las personas no identifican el cuadro de intoxicación (y puede suceder en las personas que sufren anosmia, que es la falta de olfato) y puede causar malestar rápidamente.
“Ante la presencia de uno o varios de estos síntomas, se debe de inmediato abrir puertas y ventanas, permitir la entrada de aire fresco, apagar los artefactos y concurrir al centro médico más cercano”, destacó.
Recomendaciones para evitar la intoxicación con monóxido de carbono
1 – Los artefactos tipo estufas que no sean de tiro balanceado no deben instalarse en los dormitorios, ni en baños, los de tiro balanceado son los más seguros.
2 – Los calefones o termotanques no se deben instalar dentro de los baños ni en espacios cerrados o mal ventilados.
3 – No se deben encender motores en garajes cerrados.
4 – Tampoco se deben utilizar aparatos para una función que no sea la diseñada como, por ejemplo, encender hornos u hornallas para calentar el ambiente.
5 – Siempre se debe controlar que la llama de los artefactos sea de color azul: esto indica que la combustión es completa. La llama de color anaranjado o rojo indica la presencia de monóxido de carbono)
6 – En caso de encender brasas, no se debe tirar al fuego ningún elemento que desprenda gases ni vapor que contaminen el aire.
7 – Nunca se debe dormir con las brasas prendidas.
Los artefactos más peligrosos son los de cámara abierta, que toman el oxígeno del ambiente y tiran los gases de combustión en el interior del ambiente. Es fundamental tener en cuenta que todas las intoxicaciones por monóxido de carbono son evitables.
Estas intoxicaciones se cobran aproximadamente 200 muertes por año. En los ambientes donde haya combustión permanente siempre debe haber ventilación permanente, aunque haga frío.
No hay una sola población de riesgo, todos los accidentes de este tipo ocurren en hogares de cualquier estrato social.
Dispositivos que alertan una pérdida de gas
Esto puede ocurrir dentro de la casa sin que nadie lo advierta, por ello es importante que se instalen dispositivos que lo detectan y funcionan como alarmas ya que anuncian con un sonido la presencia de monóxido de carbono en el ambiente.
Los dispositivos está diseñado para detectar, mediante un sensor electroquímico, y alertar mediante una alerta sonora, la presencia de bajos niveles de monóxido de carbono en los ambientes. Posee tres LEDS que indican el estado de funcionamiento. Además cuenta con un Display LCD, que muestra el nivel de pilas, la concentración de gas, y la temperatura ambiente.
El dispositivo trabaja de manera simple: cuando hay un aumento peligroso de monóxido de carbono en el aire, se dispara una alarma (similar a las de los detectores de humo) con lo se puede detectar si el aire está contaminado y así evitar el riesgo de envenenamiento
Siempre debe circular aire y debe ser proporcional a la fuente del volúmen de oxígeno de cada uno de los distintos ambientes.
Es importante el control y el mantenimiento de los diferentes artefactos, que se utilizan para calentar los ambientes. Y este control se debe realizar una vez por año, por personal especializado (con matrícula habilitante), quienes se encargan de revisar las salidas al exterior de gases quemados y de las ventilaciones.
Es un signo de alarma cuando algo no anda bien, la presencia de una mancha oscura en el techo sobre la estufa o sobre el recorrido del tubo de salida de gases.
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