Tan Biónica en Instituto: “El olvido es una fantasía”
¿Llueve? ¿No llueve? “¿Me dejaran pasar el paraguas?”, pregunta una chica en la línea 35 que va más llena de costumbre para ser sábado. Viajar en transporte público con destino a Alta Córdoba parece una pasarela de moda por la producción y el maquillaje de quienes van a ver a la banda liderada por Chano Moreno Charpentier. No hay distinciones de género ni edades, todas y todos están producidos, vestidos como para salir, al menos a tomar algo.
El último show en el estadio de Instituto fue Fito Paez en octubre, ese día “La Gloria” le ganó 3 a 1 a Huracán en Buenos Aires. Hoy, como aquella vez, juega en Rosario contra Central. ¿Traerá suerte el recital? Por lo pronto en el barrio se ven camisetas en cada esquina, hasta en los naranjitas que cobran el estacionamiento.
Antes del vallado hay latas de cerveza a $3.000 y remeras a $8.000. Adentro del estadio, la cerveza chiquita cuesta $4.500 y las remeras oficiales $15.000, mientras que los buzos salen $25.000.
El horario pautado es a las 21.30 hs, pero casi media hora antes ya hay aplausos al grito de “que empiece”, intentos de hacer la ola y miradas hacia el cielo cuando caen una o dos gotas, con el pedido de que sea una cerveza que salpicó.
A la hora señalada, con extraña puntualidad para Argentina, se apagan las luces y comienza a sonar música de DJ. Las pantallas muestran la presentación del tour “La última noche mágica” y luego a la banda, que uno a uno van entrando al escenario. Tienen camperas de colores, cada uno con su nombre en la espalda. El último en ingresar es Chano, de fondo se ve la platea de la calle Jujuy llena y alcanza a leerse “Instituto Atlético Central Córdoba” escrito en las paredes.
El show que la mayoría de fans cordobeses recuerda es la presentación de “Hola Mundo” en el Parque Sarmiento en 2015. Tan Biónica abre su último recital en Córdoba con Hola mi vida, parte de ese disco. “Buenas noches ciudad mágica de Córdoba", saluda Chano y la banda sigue con Beautiful y Música, mientras el vocalista baja a cantar chocando las manos del público.
De las tribunas y el campo surge un “Olé, olé, olé, Chano, Chano”, a lo que Moreno Charpentier responde: “Hola Córdoba, nunca me imaginé que esto podía llegar tan lejos. La primera vez tocamos para 30 personas (hoy son 27.000). Me parece muy de la posmodernidad decir que soñando fuerte las cosas se consiguen. No estoy de acuerdo, trabajamos muchísimo para llegar acá. No tengo mucho más para decir, tarde o temprano la vida nos muestra el verdadero valor de las cosas. Algún día los que estamos hoy vamos a decir yo estuve en la última noche mágica. No hay nada escrito para nosotros, somos lo que escribimos”.
Solo con su piano empieza a tocar Loca, luego vendrán Víctimas, Tus horas mágicas y Pétalos. Más adelante el público se saca la garganta con Lunita de Tucumán y tras un silencio entra al escenario un grupo de niños y niñas con guardapolvos. Son alumnos de escuelas rurales, parte del proyecto Canciones urgentes para mi tierra, dirigidos por Sebastián Lescano y cantan junto a la banda El asunto.
El duelo y Ella son los hits que siguen en la lista, acompañados por Vidas perfectas. Pero el momento emocionante llega cuando Bambi, el bajista de la banda y hermano de Chano canta Pastillitas del olvido, para después decir: “el mejor público del mundo está en Córdoba” y recordar otra vez ese primer show en la zona del abasto. “La primera vez que vinimos nos hicieron una multa en Villa María nos hicieron multa por las luces, que no sabíamos. Ahí supimos que iba a nacer un romance con Córdoba”. Además, contó que Diega, baterista de la banda, está a horas de ser padre y se emocionó al hablar de como su hermano le enseñó que se puede “resucitar”.
Llega el turno de Las cosas que pasan, Chano agradece a la “Ciudad mágica de la docta” y comienza con uno de los hits más reproducidos en cualquier radio del país como Obsesionario en la mayor, que termina con todos los flashes encendidos y Chano cantando a capella. Mágicamente, el cielo está despejando y se empiezan a ver estrellas. Suena La suerte está echada y se hace un silencio extraño.
De la nada, sin que nadie se lo espere, Chano y Bambi están en el medio de la cancha, en un escenario improvisado, con una guitarra acústica y un piano. Tocan Claramente y Poema de los cielos en modo acústico y en homenaje a la docta suenan Ocho cuarenta y Quién se ha tomado todo el vino. Sigue La ensalada y el show en la mitad de la cancha termina con Amor clasificado, de Rodrigo.
Mientras tanto, en Rosario Instituto pierde 1 a 0 con Rosario Central, y piensa en la suerte que le podrá traer Luis Miguel el próximo fin de semana cuando se presente en el Juan Domingo Perón.
Ahora si, todo parece indicar que vienen los últimos hits y se termina el show. Ciudad mágica es el primero. En épocas de cordobesismo, es increíble ver un estadio lleno de cordobeses cantar “Que noche mágica Ciudad de Buenos Aires”, pero ocurre. Mis noches de enero hace emocionar a más de uno. Arruinarse, valga la redundancia, arruina todas las gargantas que seguían sanas y el cierre es esa canción que todos sabemos que cualquiera conoce. La melodía de Dios y su “con vos es 4 de noviembre cada media hora” le da cierre a la última visita oficial de Tan Biónica a Córdoba. No se sabe como seguirá, pero es claro que para cualquier biónico “el olvido es una fantasía”.