Max Verstappen arrasa y logra la pole 100 para Red Bull en el Gran Premio de China
El hambre de Max Verstappen no se sacia jamás y el poderío de Red Bull es, casi siempre, una vara inalcanzable para los rivales. Singapur 2023 y Australia 2024 son los pocos lunares que mostró el equipo de las bebidas energizantes en los últimos tiempos. Después, fue dominio total. Llegó el GP de China, quinta cita de la temporada 2024, que vuelve a figurar en el calendario después de cinco años de ausencia, y su complicada clasificación para el sprint en la pista mojada por la lluvia y más resbalosa aún por la pintura de alquitrán con la que trataron de esconder la falta del prometido reasfaltado, hicieron pensar en la chance de otro tropezón del tricampeón. Pero nada de eso ocurrió. Después de partir cuarto en la carrera corta y un par de vueltas con problemas en su batería, el neerlandés voló y se llevó un aplastante éxito. Y por si quedaba alguna duda, tres horas después se llevó la pole position para la competencia principal.
Max dominó cada segmento de la clasificación. Fue un paseo total, casi sin dejarle chances a nadie y sentenció la 100ª pole positon de Red Bull en la F1 (Ferrari lidera el rubro con 249). “El auto anduvo muy bien en la clasificación. La última vuelta fue decente, las condiciones estaban bien. Evolucionamos mucho en la pista durante la sesión”, contó el campeón.
Mientras Verstappen se paseaba directo a su 37ª pole position y la quinta de la temporada (está invicto), los rivales se desvanecían. Porque Lewis Hamilton venía de un genial segundo puesto en el sprint y hasta de haber liderado nueve vueltas, hasta que llegó el neerlandés y lo esquivó. Pero las sensaciones eran positivas para el inglés que está en su último año con Mercedes. Sin embargo, todo se terminó temprano al no poder pasar de Q1 y quedar 18º. Masticando bronca y sin sacarse el casco para no mostrar su cara de disgusto, el heptacampeón se fue silbando bajito de los boxes.
No solo fue Hamilton el que se metió en problemas. Carlos Sainz, de una temporada fantástica, tuvo su día negro en China.Después de enroscarse en una pelea fratricida con su compañero Charles Leclerc en el sprint (llegaron al toque y hubo bronca del monegasco), protagonizó un aparatoso trompo en la curva final de su primer intento de Q2, rompió su Ferrari y de milagro pudo seguir en clasificación después de generar la única roja del día. Ya en Q3, con la SF-24 del madrileño recauchutada, la Scuderia tuvo una pálida clasificación con sus dos autos a más de seis décimas del Red Bull número 1 y en las posiciones sexta y séptima.
Checo Pérez también tuvo problemas en Q1, al encontrarse a Alex Albon paseando como en un domingo de primavera con la familia, pero en plena trayectoria de la pista de China. El mexicano tuvo que abortar el giro y pasó en el límite (puesto 15) el primer segmento. Después logró lo que el equipo le exige, ser segundo.
Mientras los rivales andaban a los tumbos, Max se paseaba y bajaba el martillo en cada vuelta. El ritmo mostrado en la carrera sprint y la velocidad que tuvo en la clasificación no hicieron más que dejar bien en claro que, si la competencia es en condiciones normales, habrá que ver quién sale segundo. Y con esa pelea sueña Fernando Alonso, quien partirá tercero. Pero tal vez ese sea justamente lo máximo a lo que pueda aspirar.