El paquete fiscal también obtuvo dictamen y se debatirá el lunes junto con la Ley Ómnibus
Después de obtener a primera hora el dictamen para la “Ley Ómnibus”, el Gobierno avanzó hoy con el paquete fiscal. Ambas iniciativas se debatirán en el pleno de los diputados de forma simultánea a partir de las 11 de la mañana del lunes próximo.
Se espera una sesión maratónica que probablemente se extienda hasta el martes por la noche. Votaron a favor del dictamen oficialista 27 diputados, 7 de ellos con disidencias, sobre los 49 que sesionaban.
Después de frustrarse la “Ley Ómnibus” original que el gobierno eligió retirar ante la perspectiva de una fuerte derrota, llegó al parlamento este nuevo paquete, que fraccionó en dos proyectos más pulidos, con mucho menos artículos y más consensos con la oposición “amigable”.
Ante la evidencia de que se obtendría número para el dictamen, las chicanas estuvieron a la orden del día. La oposición dura cuestionó que el oficialismo no les hubiese girado el texto que finalmente fue dictaminado y lamentó que ningún legislador libertario expusiese los principales lineamientos del proyecto al inicio de la sesión, como se acostumbra.
Desde el bloque Hacemos Coalición Federal, que firmó en disidencia, propondrán que se incluya el impuesto al juego. En esa línea, también instarán al Gobierno a enviar al Congreso en 30 días un proyecto con posibles recortes de gasto tributario equivalente a 2 puntos del PBI.
El objetivo es que la Casa Rosada defina qué regímenes especiales puede eliminar para que el ajuste “no recaiga únicamente sobre los jubilados y las clases medias”. En ese sentido, remarcan el alto costo del régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego o los beneficios a las empresas de la economía del conocimiento (por ejemplo, Mercado Libre).
Vuelve Ganancias
Entre los puntos más salientes se destaca el regreso de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, que el gobierno elige denominar ahora Impuesto a los Ingresos Personales; tras varias rondas de negociación con los gobernadores y los bloques de la oposición dialoguista, tendrá un mínimo no imponible de $1.800.000 brutos para los solteros y en $2.200.000 para los casados con hijos.
Las primeras estimaciones indican que volverán a pagar este tributo no menos de 800.000 trabajadores con alícuotas variables que irán desde el 5% hasta el 35% del ingreso total.
Lejos queda la promesa del presidente de cortarse un brazo antes de subir un impuesto.
Otra Moratoria
El proyecto incluirá una nueva moratoria que permitirá regularizar deudas impositivas en 84 cuotas. Dependiendo de la forma en la que se haga el pago, los contribuyentes morosos podrán beneficiarse de la condonación total de las multas y de hasta el 70% de los intereses por los saldos adeudados.
Uno de los puntos más cuestionados es que este nuevo Régimen de Regularización de Activos habilitará el blanqueo de hasta 100.000 dólares sin ninguna penalidad, con un plazo hasta el 30 de abril del 2025 (prorrogable hasta el 31 de julio del 2025). Incluso por encima de esa cifra, la alícuota también va a ser 0% si se cumplen ciertas condiciones.
Entre las pocas restrcciones previstas, las personas no residentes no podrán blanquear dinero en efectivo.
Bienes personales
En línea con los guiños a los sectores de mayores ingresos, habrá modificaciones en el Impuesto a los Bienes Personales: premio a cumplidores, facilidades de pago y, lo más importante, una baja de alícuotas en lo sucesivo.
Para las declaraciones juradas con los patrimonios hasta fin de 2023 las tasas se establecen entre 0,5% y 1,50 por ciento. Entre 2024 y 2026 quedarían vigente solo dos alícuotas, entre 1,25% y 1,50% y desde 2027, una única tasa de 0,25 por ciento.
El nuevo piso del tributo será de $100 millones y la deducción por la vivienda familiar pasará a $350 millones.
Monotributistas
El Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (Monotributo) actualiza los topes de facturación y cuotas, con subas de entre 300% y 330%. El ingreso tope anual sería de $68 millones, con la novedad de que será para actividades de comercio y servicios por igual.
Los monotributistas con menores ingresos inscriptos en la categoría A podrán facturar hasta $6.450.000 de forma anual, en tanto que los que están en la categoría K, la más alta, pasarán $68 millones.