Windmühle, un hotel diferente en Calamuchita
Por Gustavo Arnoldt
Visitamos el hotel Windmühle en Villa General Belgrano, que por su arquitectura tiene una particularidad, la construcción estilo Centro Europea con toques modernos y la naturaleza en su mayor esplendor.
Además, se respira chocolate en esta época fría a horas de iniciarse la fiesta del Chocolate Alpino. A esto hay que sumar la pileta climatizada interior de 4 por 6 metros, dos jacuzzi para seis personas cada uno y las dos piletas exteriores enmarcadas en un lugar sensacional.
También para los que practican deportes hay canchas de paddle, tenis de mesa, y metegol para el esparcimiento.
El desayuno y la cochera cubierta está incluida en la tarifa, que es accesible teniendo en cuenta la cantidad de servicios que ofrece este Apart Hotel.
Windmühle significa en alemán Molino de viento y tiene 15 años de actividad. Cuenta con 17 habitaciones amplias y confortables.
A poco más de un kilómetro del centro de Villa General Belgrano, este Apart Hotel tiene una categorización de tres estrellas y cuenta con una ubicación estratégica en esta ciudad.
Villa General Belgrano tiene 7.800 plazas hoteleras y desde mañana hasta el 28 de julio con entrada libre y gratuita será la Fiesta del Chocolate Alpino, celebrando sus 40 años. Esto tendrá lugar en el Salón de Eventos y Convenciones donde está situado el tradicional reloj.
Dónde comer
Quercus es el nombre científico del roble y así se llama el distinguido Restaurant situado en calle 17 de agosto 472, en Villa General Belgrano. Sus platos emblemáticos son las pastas, de las cuales recomendamos las rellenas de salmón, trucha ahumada, cordero, berenjena o rúcula.
Con una trayectoria de 22 años María del Carmen Real y su familia son un ícono de la gastronomía de Calamuchita. Llegaron desde la ciudad de La Plata y se convirtieron con el paso de los años es un templo del buen gusto.
Otra alternativa es Biekeller. Ubicado en el primer ingreso a Villa General Belgrano sobre la rotonda de la Ruta 5 y la Avenida Las Magnolias este restaurant data de 1973 cuando esta ciudad sólo tenía 1.500 habitantes. El lugar se identifica con una botella de cerveza en su ingreso.
Una de sus especialidades es el Gulash húngaro con spatzle, que se prepara con pimentón dulce, sal, carne de aguja deshuesada junto a los ñoquis alemanes (que son más chicos que los nuestros) con harina, huevo, sal y agua. Atienden de miércoles a domingo al mediodía y a la noche.
Una empresa familiar con Mar y Lili, dos hermanas que con cariño y pasión han logrado situarse en un lugar privilegiado en la gastronomía del Valle de Calamuchita.