IndyCar: Agustín Canapino y un impensado cierre en Iowa
Ni el más agorero podría haber imaginado que Agustín Canapino cerraría su visita a Iowa tan mal después de la enorme clasificación que protagonizó. Pero cuando la mano viene cambiada… Si el sábado, en la primera de las dos carreras pactadas en el trióvalo de Iowa había sido malo para el piloto argentino, lo del domingo no se quedó atrás. Un trompo cuando se habían cumplido 100 vueltas lo dejó tirado en la pista, con el motor detenido, debió esperar la asistencia de los auxiliares y, tras pasar por boxes, pudo volver a la pista con 14 vueltas perdidas.
El sábado por la tarde, el Titán había conseguido el décimo lugar de partida para la segunda competencia (11ª cita) y el 16º para la primera (10ª). El panorama pintaba más que bien para el corredor y para el equipo Juncos Hollinger Racing. La chance de sumar buenos puntos estaba latente. Pero todo comenzó a complicarse en la carrera del sábado a la noche en la que Canapino apenas duró 11 segundos. Sí, en la partida nomás fue enganchado por David Malukas (entró en trompo), quien lo arrastró contra el muro. Y si faltaba algo, fue duramente embestido por su compañero Romain Grosjean. Su Dallara-Chevrolet quedó destruido.