Los incendios que provocan el humo y las cenizas que cubrieron Córdoba
En la jornada de hoy continuó en casi toda la provincia un “alerta violeta” por humo, “ocasionando una importante reducción de visibilidad”, según el informe oficial. Es que los incendios en Bolivia, Paraguay y Brasil tienen un impacto muy fuerte, al menos mientras se mantenga el viento norte.
Pero, ¿Cuáles son los incendios que provocaron el fenómeno? ¿Qué tan grande es un incendio como para que el humo viaje más de mil kilómetros?
10 millones de Km2 de humo
Los incendios forestales alcanzan a Bolivia, Paraguay y Brasil. En Bolivia, los focos comenzaron hace tres meses; en las últimas semanas se propagaron fuera de todo control. Al día de hoy, más de 4 millones de hectáreas resultaron afectadas. El grueso de los incendios ocurren en el departamento de Santa Cruz y en Beni, toda la superficie en regiones fronterizas con Brasil.
Para enfrentar esta amenaza, el gobierno de Luis Arce declaró la emergencia nacional y sanitaria movilizó más de 5000 bomberos voluntarios y anunció la ayuda de otros países de la región para contener el avance de las llamas.
Casi cinco millones de km2 se vieron afectados por el humo en Brasil, es decir, 60% del territorio, según estimaciones de Karla Longo, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), a partir de datos satelitales. Y “si tenemos en cuenta las zonas afectadas en los países vecinos y en el océano Atlántico, la superficie alcanzada el domingo fue de 10 millones de km2″, precisó esta investigadora.
Más de 159 mil focos
La prolongada sequía en Brasil, combinada con la acción humana en ambientes frágiles, provocó efectos difusos pero conectados en todo el país. El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) registró 159.411 incendios desde enero hasta ayer, un aumento del 100% respecto al mismo período de 2023.
De los incendios registrados por el INPE este año, la mitad se produjeron en el Amazonas y el 32% en el Cerrado. En 2023, el Amazonas ya se había visto afectada por una grave sequía. En la siguiente temporada de lluvias, no hubo precipitaciones suficientes para recuperar ríos y bosques. La nueva sequía de este año es más grave en la mayoría de los estados brasileños.