Provinciales

La oposición dio un paso más para ponerle límites a los DNU de Milei

Tras intensas negociaciones, la oposición llegó a un acuerdo y se impuso este miércoles en la Cámara de Diputados con un dictamen de mayoría para reformar la ley que regula el trámite de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) con el objetivo de empoderar al Congreso y limitar el poder del presidente Javier Milei y quienes lo sucedan.

La derrota oficialista se dio en un plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales y Peticiones, Poderes y Reglamento. Ahora, la oposición trabajará para pedir una sesión especial antes de que termine el período ordinario, el 30 de noviembre, con el fin de darle media sanción al texto y girarlo al Senado.

Unión por la Patria, al mando de Germán Martínez, Encuentro Federal, liderado por Miguel Pichetto y Democracia para Siempre, el nuevo bloque radical, se unieron en un texto consensuado que fija un plazo de 90 días para el tratamiento de los DNU y establece que, si no se aprueban en ese lapso, pierden vigencia automáticamente.

El dictamen de mayoría, que recibió 36 firmas, plantea para los DNU el mismo criterio que una ley: que sean aprobados con el voto de ambas cámaras, y rechazados por una sola. Hoy ocurre exactamente al revés, según la Ley 26.122 sancionada en 2006 a instancias de la expresidenta Cristina Kirchner.

El mecanismo actual dificulta la posibilidad de que el Congreso derogue un DNU. De hecho, este año se dio el primer rechazo total en la historia, cuando la Cámara de Diputados y el Senado anularon el decreto que otorgó 100 mil millones de pesos a la Secretaría de Inteligencia en concepto de fondos reservados.

Como segundo ejemplo de la dificultad para “voltear” DNUs, aun está pendiente el tratamiento en diputados del DNU 70/2023, que fue rechazado por el senado. A la fecha de su discusión, El senador por Chaco, Héctor Zimmermann (UCR) aseguró que "en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo hay 136 DNU pendientes que no se trataron nunca".

El dictamen de mayoría también indica que si un DNU es dictado mientras el Congreso se encuentra en receso, “las Cámaras podrán abocarse a su expreso e inmediato tratamiento”. Y agrega finalmente que, si un decreto es rechazado, el Poder Ejecutivo “no podrá dictar uno análogo en el mismo período parlamentario”.

El texto final fue fruto de un fuerte trabajo de articulación entre Martínez, Oscar Agost Carreño y Carla Carrizo, en nombre de Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre. De todos modos, los radicales firmaron en disidencia parcial, al igual que Margarita Stolbizer, del bloque de Pichetto.

En Democracia para Siempre había quienes, como Carrizo, pugnaban por mantener el rechazo bicameral de los DNU. Stolbizer, en tanto, cuestionó que el voto negativo del Congreso implique solamente la derogación de un DNU y no la declaración de nulidad.

Además del dictamen de mayoría, hubo tres de minoría: uno de la UCR de Rodrigo De Loredo (dos firmas); otro de la Coalición Cívica (dos firmas); y otro de La Libertad Avanza, con nueve firmas, por el rechazo. La posición de los libertarios significó, paradójicamente, la defensa de una ley de Cristina Kirchner. El PRO, que años atrás presentó proyectos sobre el tema, no firmó ningún despacho.

La jugada opositora nació en la sesión donde se ratificó el veto a la ley de presupuesto universitario. Allí se había aprobado una moción de Agost Carreño para emplazar a las comisiones a dictaminar este miércoles, lo que finalmente se cumplió. Milei ya amenazó con vetar la ley y denunció un intento de “golpe de Estado”. Ante ese escenario, hay quienes ya imaginan un destino de judicialización.

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