La bronquiolitis sigue en aumento en Argentina: ya superó en más de un 60% a los niveles prepandémicos
Los casos de bronquiolitis en Argentina se encuentran en ascenso y ya superan en un 61% a los niveles prepandemia de 2019, que fue el año con el mayor número afectados. Esta información surge del último Boletín Epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud nacional.
Según los datos de este documento, hasta la semana 20 del año 2023 (21 de mayo) “se notificaron 40.394 casos de bronquiolitis, con una tasa de incidencia acumulada de 2768,7 casos cada 100.000 habitantes”. Este incremento “se verifica principalmente para las regiones Centro, NOA y algunas provincias de región Cuyo”, detallaron desde la cartera sanitaria.
“El número de notificaciones de bronquiolitis en menores de dos años entre las semanas 1 y 20 del año 2023 en establecimientos con regularidad mayor al 90% muestran un aumento progresivo desde la semana 11 (19 de marzo) que se acelera en las últimas semanas”, ampliaron.
Este panorama produjo, según datos a los que tuvo acceso Infobae, una gran demanda en las salas de espera de distintos hospitales del Área Metropolitana de Buenos Aires, al tiempo que la ocupación de las camas pediátricas supera el 70% en algunos nosocomios.
Al respecto, la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Sandra Tirado, profundizó: “Estamos siguiendo la situación de bronquiolitis en el AMBA y sabemos que va a empezar en otras provincias. Epidemiológicamente tuvimos una situación distinta durante los años anteriores porque el COVID reemplazó a otros virus y ahora estamos con esta gran circulación”.
“Analizamos lo que está pasando en la provincia de Buenos Aires y CABA -siguió Tirado-, evaluamos las estrategias de un hospital tan significativo como el Garrahan, y dialogamos sobre lo que estamos realizando desde el Ministerio de Salud de la Nación en el marco de la campaña de invierno junto a las 24 jurisdicciones. Al mismo tiempo reiteramos la importancia de continuar con la vacunación antigripal en los grupos priorizados”.
Por su parte, Analía Rearte, directora Nacional de Epidemiología e Información Estratégica, postuló: “Mientras circuló SARS-CoV-2, la aparición de otros virus respiratorios fue más baja, casi nula. A medida que dejó de circular de manera predominante SARS-CoV-2, empezaron a circular otros virus respiratorios. En el 2022 tuvimos circulación de muchos virus respiratorios de una manera bastante anárquica, y no dentro de la estacionalidad a la que estábamos acostumbrados, con dos picos de influenza en el año, con mucha circulación de sincicial, de metapneumovirus, de parainfluenza”.
“Este año lo que estamos viendo es que empezó a circular primeramente y en mayor medida virus sincicial respiratorio, principalmente en el AMBA, pero también en otras provincias de la región Centro. La característica que tiene es que se adelantó entre 3 y 4 semanas a la estacionalidad que tenía, si comparamos con los años prepandemia. Lo que tenemos es una circulación adelantada, y siempre que tenemos virus sincicial respiratorio se ocasionan las internaciones por bronquiolitis, principalmente en menores de 2 años”, siguió Rearte.
Justamente en lo que respecta al virus sincicial respiratorio, uno de los principales agentes asociados a casos de bronquiolitis, en el Boletín Epidemiológico informaron que en 2023 “se registra un inicio de la actividad estacional adelantada en comparación con la mayoría de los años previos prepandémicos, así como también en relación a los años 2021 y 2022″.
La semana pasada, el Ministerio de Salud junto a expertos del Hospital Garrahan organizó un encuentro con autoridades de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de la provincia de Buenos Aires y más de 1200 representantes de todas las provincias del país, que se sumaron de forma virtual. Allí, analizaron el considerable aumento de la circulación del virus sincicial respiratorio y de las internaciones por bronquiolitis, una tendencia que se consolidó desde la tercera semana de mayo, cuando antes se producía a mediados de junio. Es en este punto en donde aparece el concepto de estacionalidad, que se había alterado durante la pandemia por el predominio del COVID y que ahora parece retomar los niveles anteriores a 2020.
Con respecto al panorama en la Provincia de Buenos Aires, el ministro de Salud Nicolás Kreplak detalló: “La situación actual del pico de casos de bronquiolitis es grave, porque llega con muchos casos y varias semanas adelantando. Lo sabemos porque pasó en hemisferio norte en la última temporada y porque ya lo empezamos a ver en nuestro país. Pasa en todos lados. No solo en PBA”.
En tanto, desde el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires confirmaron a Infobae que “actualmente, no se puede adjudicar una causa concreta para el aumento de casos de bronquiolitis en los niños. Se esperaba el pico para los primeros días de junio. Sin embargo, y teniendo en cuenta las temperaturas elevadas para esta época del año, se anticipó. No obstante, se sospecha que este aumento prematuro puede responder a los aislamientos de años anteriores por COVID-19, en donde no hubo circulación de casos por bronquiolitis”.
Anteriormente, la doctora Leda Guzzi, integrante de la comisión de Comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), le había dicho a Infobae: “Es importante contextualizar que durante la pandemia por COVID-19 hubo una caída muy pronunciada en la circulación de virus y bacterias respiratorias (entre ellos, el virus de la influenza, el virus sincicial respiratorio, el metapneumovirus y también el neumococo, que es una bacteria)”.
“Esto fue especialmente marcado durante el 2020 pero también en 2021 y es atribuible a las medidas aplicadas a gran escala para el control y mitigación de la pandemia, esto es los confinamientos, el uso de barbijo, la distancia social y la ventilación”, resaltó la experta.
En la misma línea fue Elizabeth Patricia Bogdanowicz (MN 66.915), miembro del Comité de Infectología Pediátrica de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). “Los virus respiratorios tienen una estacionalidad en la que aumentan su circulación; es esperable que en el final del otoño y el invierno se documente la circulación de una serie de virus respiratorios”, dijo Bogdanowicz.
Y sumó: “Los chicos pueden enfermar varias veces durante una temporada invernal porque hay varios virus respiratorios que circulan en esta estación. También es cierto que habitualmente se calcula que antes del año, los niños suelen tener alrededor de cuatro o cinco episodios virales en la temporada invernal y después, hasta los seis años, en general se calculan diez infecciones virales por año”.
Cabe recordar que los virus que causan infección respiratoria aguda se transmiten de una persona a otra por el contacto directo entre las manos y superficies contaminadas, y a través de las secreciones nasales o las gotitas de saliva que viajan por el aire cuando una persona enferma habla, estornuda o tose.
¿Cuándo sospechar que un bebé tiene bronquiolitis?
Si tiene uno o más de estos signos:
-Respiración muy rápida.
-Aletea la nariz.
-Se le hunde el pecho o las costillas al respirar.
-Se queja mientras respira.
-Entrecorta la alimentación o le cuesta prenderse al pecho.
-Está irritable o le cuesta dormirse.
-Color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno (cianosis): en este caso necesita tratamiento urgente.
Cómo prevenir las infecciones respiratorias
-Mantener la lactancia.
-Cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación.
-No exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de braseros o estufas a leña.
-Higienizar frecuentemente, con agua y jabón, los elementos del bebé (chupetes, juguetes) y las superficies donde se lo cambia o donde se preparan sus alimentos.
-Practicar el lavado de manos frecuente, a los niños y a los convivientes, con agua y jabón.
-Se puede reforzar la higiene con alcohol en gel.
-Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día.
-Mantener alejados a los bebés de las personas que están resfriadas o tienen tos.
-Si los cuidadores principales tienen alguna infección de las vías respiratorias deben lavarse las manos, especialmente antes de alzar, cambiar o alimentar al bebé. Pueden usar el tapaboca como medida de apoyo, para evitar el contagio por secreciones.
-No se debe colocar tapaboca en los niños menores de 2 años.
-En los niños con más riesgo de bronquiolitis grave (menores de 3 meses, prematuros, con enfermedades crónicas) no está recomendada la asistencia al jardín maternal.
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