Spinetta Jade, una piedra preciosa
Tuve la fortuna de verla y escucharla en vivo muchas veces. Desde su debut, en medio del retorno de Almendra, en el comienzo de los años 80, y hasta su última presentación, ya sobre la mitad de esa década, no recuerdo bien cuándo y dónde. También fui espectador y oyente de los conciertos de Luis como solista, desde aquel como telonero de Jan Hammer, incluyendo la presentación de Kamikaze, hasta el cruce con Seru Giran. Guardo con cariño muchas entradas a sus conciertos. Especialmente aquella credencial en la que se me distinguía como invitado permanente para mí y para quien me acompañara.
Y qué maravilla era Jade.
Qué trabajoso era seguirle el ritmo creativo a Spinetta, que siempre estaba buscando nuevos desafíos, pero hoy que se advierte que hay tantos artistas que van a lo seguro que alguna vez tuvo éxito y nunca arriesgan, cuánto se valora aquello.
Incluso cambiando las formaciones del grupo. Porque fueron varias y todas de alto vuelo musical.
Siempre me pareció que el Boca-River planteado en aquel tiempo entre Spinetta y Charly García no era más que una jugada de marketing entre productores para generar un encuentro entre los dos músicos. De aquello que tuvo lugar en Obras, como todo lo importante en aquel momento, quedan algunos pocos testimonios. Algún video, unas fotos, el audio del concierto. Después hay un testimonio gráfico hermoso en el backstage de BARock, en el 82, donde se los ve juntos a Luis y Charly, y pocas veces se nombra al tercero en la instantánea, que es uno de los más inquietos fotógrafos del rock de ese tiempo, Fito Frati, amigo de Alberto Ohanian, manager de Luis, y por lo tanto, más amigo de Spinetta que de García.
Muchos años después de los 80 y de la banda, advertí que el antiquísimo amuleto oriental disco pi, es de jade.
Cuando decidí llamar Disco Pi a mi programa radial cordobés fue por eso. Porque el disco era de la buena suerte, porque por su centro, dicen los sabios de aquel mundo, se puede acceder a lo trascendental, y porque era -es- de jade. Es mi homenaje a Spinetta.