Los Gladiadores se despidieron de París con una derrota ante Egipto
En la última jornada de los Juegos Olímpicos, la selección argentina de handball, conocida como los Gladiadores, se enfrentó a Egipto en un partido que prometía ser emocionante. Con la intención de despedirse del torneo con un rendimiento positivo, el equipo argentino mostró una defensa sólida y un ataque efectivo durante los primeros minutos del encuentro.
Desde el comienzo, la pareja defensiva compuesta por Lucas Moscariello y Nicolás Bonanno se destacó, brindando una firmeza que permitió a Argentina establecer una ventaja temprana de cuatro goles, con un marcador de 9-5 a los 12 minutos de juego. Este inicio alentador fue complementado por el arquero Juan Bar, quien realizó varias paradas clave, cerrando el primer tiempo con siete intervenciones que ayudaron a mantener la ventaja.
La intensidad defensiva del equipo argentino fue notable, logrando detener a la selección egipcia durante casi ocho minutos, un hecho sorprendente considerando que Egipto había llegado a la cita olímpica con un pasaje asegurado para los cuartos de final y había demostrado ser uno de los equipos más competitivos del torneo, habiendo empatado con Francia y vencido a Noruega.
A pesar de los resultados previos de Egipto, los Gladiadores se mantuvieron firmes, mostrando su mejor versión tanto en defensa como en ataque. Andrés Moyano, el lateral derecho argentino, fue uno de los destacados, anotando cuatro de sus cinco lanzamientos en el primer tiempo. Sin embargo, a medida que avanzaba el partido, Egipto comenzó a reaccionar y logró reducir la ventaja argentina a solo un gol, llegando al descanso con un marcador de 15-14.
El segundo tiempo trajo consigo un cambio en la dinámica del juego. Egipto, decidido a asegurar su posición en el grupo, tomó la delantera con un marcador de 19-16. Sin embargo, los Gladiadores no se rindieron. Con determinación, lograron igualar el partido en 19-19, mostrando su coraje y capacidad de lucha. A pesar de este esfuerzo, Egipto rápidamente recuperó el control del juego y, en los últimos cinco minutos, estableció una diferencia significativa de seis goles.
El encuentro culminó con un marcador de 31-25 a favor de Egipto, marcando así el final de la participación argentina en los Juegos Olímpicos de París. Aunque el resultado no fue el esperado, el equipo dejó una imagen positiva de cara al próximo mundial en enero del 2025.