Un experto genetista de Harvard explica por qué la vida moderna atenta contra la longevidad
¿Por qué envejecemos? Quizás la pregunta más candente para quienes estudian el envejecimiento es qué factores lo desencadenan. Durante décadas, una teoría reinante en el universo científico explicó que el envejecimiento surge de una acumulación de cambios en el ADN, que con el paso del tiempo impiden que los genes funcionen correctamente.
Este proceso a través de los años genera fallos en el funcionamiento celular, por lo que los tejidos y los órganos se deterioran, lo que lleva a la enfermedad y, en última instancia, a la muerte. En los últimos años, diversos estudios han propuesto nuevas teorías y han expresado que las alteraciones del ADN no son la única explicación.
En ese sentido, el doctor David Sinclair, profesor del departamento de Genética y codirector del Centro Paul F. Glenn para la Biología de la Investigación del Envejecimiento en la Escuela de Medicina de Harvard, plantea una idea revolucionaria: el envejecimiento no es un proceso inexorable.
El experto, gurú de la longevidad según la revista ‘Time’ y elegido por el magazine entre las 100 personalidades del año en 2020, es conocido en el mundo por su trabajo para comprender por qué envejecemos y cómo frenar sus efectos.
En los últimos 15 años ha centrado su investigación principalmente en las sirtuinas, enzimas que responden a niveles cambiantes del ADN y a la restricción calórica con intereses asociados en la cromatina, el metabolismo energético, el aprendizaje, la memoria y la neurodegeneración. Uno de sus últimos descubrimientos, logrado tras diez años de investigación, es la enzima TET, que, según apunta el doctor Sinclair permitiría revertir el envejecimiento cutáneo.
El envejecimiento como enfermedad curable
El experto de Harvard considera que debemos repensar la forma de concebir el envejecimiento ya que, sostiene, el envejecimiento no es inevitable. Para el doctor Sinclair no se trata de un proceso natural y habitual, sino que debe ser abordado como una enfermedad y, entonces, desde esa perspectiva puede ser tratado con distintas terapias, o más aún, podría curarse.
“No hay ninguna ley en biología que diga que debemos envejecer. No sabemos cómo detener esto, pero estamos mejorando para reducir la velocidad. Y, en el laboratorio, pudimos revertir el proceso”, contó a la BBC al explicar la teoría descrita en su último libro, ‘Lifespan’ (Esperanza de vida), un éxito de ventas que lo hizo conocido en todo el mundo.
En una reciente entrevista con el diario El Mundo, el experto señaló que cuidar la piel sería una de las claves del antienvejecimiento junto una buena nutrición a base de verduras. “Yo, además, bebo mucha agua e intento no comer más de dos veces al día. De hecho, si puedo hacerlo solo una vez, mejor. Saltándote comidas tu cuerpo lucha contra el envejecimiento”, dijo al medio español.
Entre sus consejos, propuso no comer carne todos los días y postuló que lo ideal es llevar una dieta basada en plantas. “Dejé de comer carne hace un año y lo interesante es la rapidez con la que tu piel cambia cuando varías la dieta. Mucha gente me pregunta qué he hecho últimamente para no tener arrugas. La dieta ideal es la vegetariana. La sigue de cerca la mediterránea, seguida de la mediterránea que incluye carnes rojas. La peor para el envejecimiento es la dieta americana, la que increíblemente más gente sigue”.
Qué factores aceleran el envejecimiento
“Lo peor que se puede hacer es fumar, porque las toxinas rompen el ADN, lo que acelera el envejecimiento. Lo siguiente, no hacer ejercicio y tomar el sol. En general hay que evitar químicos y tóxicos, es mejor no beber en botellas de plástico, ni agua del grifo”, señaló el experto en el reportaje al medio español.
En cuanto a la ingesta calórica, recomendó comer tres veces al día y alejarse de la mala costumbre del “picoteo” durante el día, porque entonces el cuerpo “está en modo abundancia, no supervivencia. Engañar al organismo haciéndole creer que está en tiempos difíciles, con ayuno y ejercicio, es la manera idónea para sentirnos mejor”, afirmó.
El genetista resaltó que un aspecto que definitivamente acelera el envejecimiento es el estrés: “El pelo gris es un ejemplo, el estrés produce canas. Eso sí, si se frena, el pelo vuelve a su color natural, porque según estamos estudiando, el envejecimiento es un proceso reversible. De hecho, en mi laboratorio trabajamos en un champú que revierta las canas”.
Siendo uno de los investigadores más reconocidos en el campo de la genética, el doctor Sinclair postuló que el estilo de vida envejece más que las características genéticas, y explicó que un buen ejemplo fue un estudio que realizaron con personas gemelas, donde observaron que quienes peor estilo de vida llevaban, podían presentar, a nivel celular, hasta 20 años de diferencia.
El doctor Sinclair plantea que en un mundo de ascensores, escaleras mecánicas y valijas con ruedas, donde todo conduce a movernos poco, la facilidad en el acceso a las cosas puede ser sumamente perjudicial: “La abundancia terminará por matarnos. El mundo que nos hemos construido hace que nos sintamos bien, tengamos mucha comida, no estamos obligados a hacer ejercicio. Habría que conseguir una mezcla perfecta entre la sabiduría antigua y la medicina moderna”, concluyó.
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