La gestión Milei diluyó su diferencial positivo de imagen y aprobación en las encuestas
Mientras que la imagen del presidente Javier Milei aún presenta matices según la encuesta que se analice, las últimas mediciones de septiembre convergen en que la valoración y aprobación de su gestión ya consumieron el diferencial positivo que alguna vez tuvo para ubicarse con saldos desfavorables. La reciente medición del consultor Cristian Solmoirago arrojó casi 47% de positiva vs casi 49% de negativa (gráfico), de lo que resulta una brecha de -2 puntos porcentuales, que si bien estadísticamente es un empate técnico ya perfila una polarización que comienza a ser adversa, con una primera minoría que presenta la máxima intensidad negativa: 29,2% la califica como muy mala.
Con apenas matices, la última medición de Pulso Research reportó 46,4% de imagen positiva vs casi 46% de negativa (gráfico arriba), un magro saldo de 0,6 puntos porcentuales dentro de un panorama de polarización simétrica y con una primera minoría de casi 31% ubicada en la máxima negatividad.
A su turno, la última encuesta de Proyección Consultores cifró en casi 45% la imagen positiva de la gestión vs casi 51% de negativa (gráfico arriba), lo que arroja un saldo desfavorable de casi 6 puntos porcentuales que es el más amplio de la serie desde marzo pasado, con la negatividad en un pico.
En cuanto a la aprobación, Zuban Córdoba reportó 42,3% vs 57,3% de desaprobación (gráfico arriba), una brecha de 15 puntos porcentuales que también es récord desde abril pasado.
La medición de Analogías publicada hoy también presenta un panorama marcadamente adverso: casi 37% de aprobación vs 48% de desaprobación (gráfico arriba), con un saldo negativo de 11,4 puntos porcentuales.
Por su parte, la consultora Reale-Dalla Torre (RDT) presenta un panorama polarizado, con la aprobación apenas por debajo de la desaprobación (43% vs 43,5%, respectivamente; gráfico arriba) y un 13% de indecisos, registro mucho más alto para esa opción de respuesta de lo que se advierte en las demás mediciones.
Profundizando esa línea, la última medición de consultora Opina arrojó que la apoyo vs la oposición al gobierno empatan en 41%, mientras que 18% se muestra equidistante (gráfico arriba). Sin embargo, mientras que el apoyo registra un piso en la serie, la oposición se ubica en niveles pico.
Consultora Circuitos ensaya una aproximación alternativa y reporta casi 45% de núcleo opositor, 30,1% de núcleo adherente duro y 25,3% de blandos (gráfico arriba). En cualquier caso, la oposición fideliza el voto obtenido por Unión por la Patria en el ballotage de 2023 (44,4%), mientras que el adherente duro cede hasta el caudal que alcanzó Milei en las primarias de agosto y la primera vuelta de ese año (alrededor del 30%), en tanto que el blando replica el caudal que sumó Juntos por el Cambio (JXC) en octubre pasado y que resultó decisivo para la victoria de La Libertad Avanza (LLA) en la segunda vuelta. En conjunto, la tendencia muestra que el gobierno nacional abroqueló mejor a los votantes opositores que a la suma de electores que aglutinó al ganar.
De cara al año preelectoral que se abre este mes, esa distribución relativa de actitudes tiene un correlato parcial (no lineal) en términos de intención de voto: según el informe de Solmoirago, LLA roza el 40% vs 31,1% del PJ que aglutina a CFK, Axel Kicillof y Sergio Massa; el PJ “no K” ronda el 5,2% y hay casi 7% para otros espacios, sin el sello PRO, UCR ni JXC en la competencia (gráfico arriba). La brecha a favor del oficialismo es de 8,7 puntos porcentuales, importante pero menor a los 11,2 pp que obtuvo Milei en noviembre de 2023 y con una UP resiliente pese a la crisis de los últimos meses.
Pulso Research reporta a LLA amesetada en torno al 30% y al peronismo K en alza desde julio, en torno al 20%; en sentido contrario, el PJ “federal” tiende a bajar en ese lapso, mientras que el PRO, la UCR y la izquierda oscilan entre casi 5% y casi 8%, fuera del podio (gráfico arriba). En síntesis, el gobierno nacional diluyó su diferencial favorable en las variables imagen de gestión y aprobación; en intención de voto aún conserva la ventaja, pero en los últimos dos meses se reforzó la posición de la principal fuerza opositora, referenciada en UP, mientras que perdieron relevancia los demás sellos, incluso los que ensayan una “vía del medio”.